
Personajes célebres en nuestro colegio
Por: Rodrigo Puentes (Docente de Inglés)
Cuando yo llegué hace tres años a este colegio vine con el fin de trabajar y enseñar Inglés. Eso lo tenía claro. Después de unos pocos meses me aburrí de trabajar, así que decidí venir a divertirme y a jugar. Sí, en la medida que fui conociendo a mis muchachos y mis niñas, decidí que mejor me uniría a ellos en su inmadurez y locura. ¿Qué mejor manera de vivir la vida? total, ellos tenían mucho que enseñarme y yo mucho que aprender.
Sin embargo, otra cosa curiosa pasó: descubrí que muchos de ellos y ellas eran más adultos que yo. Tristemente descubrí muchos adultos en cuerpos de niños; niños y niñas que no sabían qué era soñar, ya no creían en las hadas ni en los duendes, ya no creían en Papá Noel por que no había plata para un obsequio de Navidad, ya no creían ni siquiera en papá y mamá porque ellos eran unos extraños que compartían su casa; en muchos otros casos unos extraños que nunca conocerían y en otros, demasiados diría yo, unos verdugos que en vez de un abrazo propinaban un golpe, una amenaza o una caricia sucia que dolía más que cualquier golpe.
La educación, lo tengo claro, no sólo está en el Inglés, las Matemáticas, la Biología, la Química o el Español. La educación está en saber vivir, en creer en el “yo puedo”, en saber abrazar, en saber lo que es un abrazo; en saber decir un “te quiero” a papá, a mamá, a un amigo, a una amiga; en saber perdonar porque si el mundo hubiera recibido esa educación hace muchos, pero muchos años, los problemas del mundo ya se hubieran solucionado.
Es así como nace la idea de invitar a dos personajes significativos para los niños y niñas: César López, un músico joven de renombre, un mensajero de paz que anda armado con una escopeta-guitarra. Su mensaje: ármate de música y de sueños; exprésate contra la violencia y a favor de la paz; lucha por tus sueños porque es posible conseguirlos; y a Jairo Aníbal Niño, reconocido escritor, autor de varios cuentos infantiles. Un pedagogo en toda la extensión de la palabra; un niño en cuerpo de hombre, un mensajero de paz, un corazón con patas, un hombre que como su nombre lo indica jamás dejó de ser niño y no permitió que las frustraciones de las sociedad apachurraran sus sueños. Su mensaje: Sé feliz y nunca dejes de ser un niño; disfruta de las cosas simples de la vida y maravíllate de cada cosa que veas, como cuando eras un niño, para que no pierdas el verdadero sentido de la vida y la capacidad de disfrutarla.
Ellos fueron los invitados de honor a una gran fiesta del colegio Eduardo Umaña Luna que empezó hace ya muchos meses donde los protagonistas son los niños, las niñas, los y las jóvenes de nuestra institución.
Por: Rodrigo Puentes (Docente de Inglés)
Cuando yo llegué hace tres años a este colegio vine con el fin de trabajar y enseñar Inglés. Eso lo tenía claro. Después de unos pocos meses me aburrí de trabajar, así que decidí venir a divertirme y a jugar. Sí, en la medida que fui conociendo a mis muchachos y mis niñas, decidí que mejor me uniría a ellos en su inmadurez y locura. ¿Qué mejor manera de vivir la vida? total, ellos tenían mucho que enseñarme y yo mucho que aprender.
Sin embargo, otra cosa curiosa pasó: descubrí que muchos de ellos y ellas eran más adultos que yo. Tristemente descubrí muchos adultos en cuerpos de niños; niños y niñas que no sabían qué era soñar, ya no creían en las hadas ni en los duendes, ya no creían en Papá Noel por que no había plata para un obsequio de Navidad, ya no creían ni siquiera en papá y mamá porque ellos eran unos extraños que compartían su casa; en muchos otros casos unos extraños que nunca conocerían y en otros, demasiados diría yo, unos verdugos que en vez de un abrazo propinaban un golpe, una amenaza o una caricia sucia que dolía más que cualquier golpe.
La educación, lo tengo claro, no sólo está en el Inglés, las Matemáticas, la Biología, la Química o el Español. La educación está en saber vivir, en creer en el “yo puedo”, en saber abrazar, en saber lo que es un abrazo; en saber decir un “te quiero” a papá, a mamá, a un amigo, a una amiga; en saber perdonar porque si el mundo hubiera recibido esa educación hace muchos, pero muchos años, los problemas del mundo ya se hubieran solucionado.
Es así como nace la idea de invitar a dos personajes significativos para los niños y niñas: César López, un músico joven de renombre, un mensajero de paz que anda armado con una escopeta-guitarra. Su mensaje: ármate de música y de sueños; exprésate contra la violencia y a favor de la paz; lucha por tus sueños porque es posible conseguirlos; y a Jairo Aníbal Niño, reconocido escritor, autor de varios cuentos infantiles. Un pedagogo en toda la extensión de la palabra; un niño en cuerpo de hombre, un mensajero de paz, un corazón con patas, un hombre que como su nombre lo indica jamás dejó de ser niño y no permitió que las frustraciones de las sociedad apachurraran sus sueños. Su mensaje: Sé feliz y nunca dejes de ser un niño; disfruta de las cosas simples de la vida y maravíllate de cada cosa que veas, como cuando eras un niño, para que no pierdas el verdadero sentido de la vida y la capacidad de disfrutarla.
Ellos fueron los invitados de honor a una gran fiesta del colegio Eduardo Umaña Luna que empezó hace ya muchos meses donde los protagonistas son los niños, las niñas, los y las jóvenes de nuestra institución.
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